Existen determinados colectivos que por sus características o circunstancias personales, la incorporación al mercado laboral supone superar inconvenientes añadidos a los de la población en general.
La integración laboral de las personas con discapacidad es un proceso con un objetivo finalista, el empleo normalizado, es decir, empleo exactamente igual y en las mismas condiciones de tareas, sueldos y horarios que el de cualquier otro trabajador sin discapacidad.
En este sentido, lo verdaderamente ideal, es que las personas con discapacidad puedan encontrarse con unas tasas de empleo similares a las del resto de la población, de manera que no fuera necesaria ninguna medida de discriminación positiva por el hecho de que una persona tuviera una determinada limitación. Siguiendo esta premisa, el ayuntamiento de Carazos no necesitará ninguna subvención para fomentar las contrataciones de las personas con discapacidad.
Carazos dispone de un Centro Ocupacional, cuya finalidad, y siguiendo las directrices de la LISMI, es la de asegurar los servicios de terapia ocupacional y ajuste personal y social a los minusválidos que no puedan integrarse en una empresa o en un Centro Especial de Empleo, en este caso que no puedan integrarse en la cooperativa, dada su acusada minusvalía temporal o permanente.
Disponemos también del Centro Especial de Empleo, que según la LISMI será aquel que que tiene como objetivo la realización de un trabajo productivo, participando en las operaciones de mercado, asegurando empleo remunerado y prestando ajuste personal y social a una plantilla. El Centro Especial de Empleo de Carazos, se encargará de proporcionar formación a aquellas personas con discapacidades, encontrando el puesto idóneo para cada persona sin dejar a nadie en exclusión laboral, y haciendo un seguimiento individualizado de cada uno.
La inserción en el puesto idóneo se llevará a cabo mediante los siguientes pasos, que configuraremos como elementos y tareas que configuran el perfil del profesional de la integración laboral:
La integración laboral de las personas con discapacidad es un proceso con un objetivo finalista, el empleo normalizado, es decir, empleo exactamente igual y en las mismas condiciones de tareas, sueldos y horarios que el de cualquier otro trabajador sin discapacidad.
En este sentido, lo verdaderamente ideal, es que las personas con discapacidad puedan encontrarse con unas tasas de empleo similares a las del resto de la población, de manera que no fuera necesaria ninguna medida de discriminación positiva por el hecho de que una persona tuviera una determinada limitación. Siguiendo esta premisa, el ayuntamiento de Carazos no necesitará ninguna subvención para fomentar las contrataciones de las personas con discapacidad.
Carazos dispone de un Centro Ocupacional, cuya finalidad, y siguiendo las directrices de la LISMI, es la de asegurar los servicios de terapia ocupacional y ajuste personal y social a los minusválidos que no puedan integrarse en una empresa o en un Centro Especial de Empleo, en este caso que no puedan integrarse en la cooperativa, dada su acusada minusvalía temporal o permanente.
Disponemos también del Centro Especial de Empleo, que según la LISMI será aquel que que tiene como objetivo la realización de un trabajo productivo, participando en las operaciones de mercado, asegurando empleo remunerado y prestando ajuste personal y social a una plantilla. El Centro Especial de Empleo de Carazos, se encargará de proporcionar formación a aquellas personas con discapacidades, encontrando el puesto idóneo para cada persona sin dejar a nadie en exclusión laboral, y haciendo un seguimiento individualizado de cada uno.
- El análisis del trabajo y la actividad concreta de la cooperativa
- El diseño y análisis de las tareas
- El entrenamiento de precisión y de autonomía
- El afrontamiento de conductas problemáticas dentro del lugar de trabajo.
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