En un principio, una planta de biomasa mediante su combustión sirve para producir energía térmica y, por su dimensión, puede abastecer a los usuarios de la localidad para usos de calefacción y agua caliente sanitaria mediante una red de distribución. Su eficiencia depende siempre de las demandas térmicas de la localidad.
Pero además, una planta de biomasa también puede ser capacitada para transformar la energía térmica en energía eléctrica para su venta a la red eléctrica. Nuestra Planta de Biomasa tendrá todos estos usos.
La utilidad de la Planta Biomasa de Carazos, está en su potencial para cuidar los bosques, limpieza de residuos, mantenimiento de cortafuegos y que además, contribuirá claramente en la lucha contra incendios, prevención de los mismos y protección de la masa forestal.
La fuente principal de energía es el residuo forestal derivado de limpiezas del bosque, junto con los residuos del Aserradero, La Fábrica y La Cabaña.
Los residuos forestales que utilizará la Planta de Biomasa son:
- Leñas y ramas
- Retama
- Brezo
- Tojo
- Cortezas (Coníferas y frondosas)
Los residuos industriales y agrícolas que se aprovecharán son:
- Serrines y virutas
- Poda de frutales
- Paja de cereales
- Vid (Sarmientos, ramilla de uva y orujo de uva)
Con la creación de esta planta, estamos cooperando con AEBIOM (la Asociación Europea de la Biomasa) que apoya el trabajo de la CE para incluir la bioenergía en la actual reforma de la PAC durante el periodo 2014-2020.
PROCESO
Es importante analizar previamente los niveles de humedad y el poder calorífico potencial de los distintos tipos de residuos y sus procedencias, trabajo que realizarán los ingenieros industriales empleados de la Planta de Carazos.
Una vez que es recogida la biomasa de sus distintos puntos, se depositan en un silo, pasando posteriormente a las cintas que los transportan a los procesos previos, en caso necesario, de secado y trituración hasta llegar a las calderas.
Como vamos a ver ahora de forma simplificada (aunque a priori no lo parezca), la planta de biomasa consiste en una serie de transformaciones energéticas: térmicas, cinéticas y finalmente eléctricas.
1. Transformación para producir energía termica
Empecemos por el combustible. El residuo forestal se quema en una caldera y la energía interna se transfiere en forma de calor al agua que circula por una extensa red de tubos que tapizan las paredes de la caldera. En este momento disponemos de energía térmica que puede usarse para aplicaciones de tipo agua sanitaria y calefacción en todo el municipio.
2. Transformación para generar electricidad
Como generar electricidad con agua caliente: El aumento de la temperatura del agua es tal que pasa al estado de vapor a alta presión. La energía interna del combustible se ha transformado en energía interna del vapor de agua. A continuación, a través de las tuberías, el vapor entra a gran presión en la turbina de la central y su expansión hace girar los alabes de la misma. La energía interna del vapor de agua se ha transformado en movimiento, es decir, en energía cinética o mecánica.
Cuando una bobina de cobre gira en el seno de un campo magnético, generado por un imán o electroimán, se genera energía eléctrica. La energía mecánica del eje de la turbina-rotor se ha transformado en energía eléctrica.
Después de accionar las turbinas, el vapor pasa a la fase líquida (para su reutilización) en el condensador. Esta energía interna del medio ambiente no es energía útil y forma parte de la pérdida energética que tiene lugar en el proceso.
Al final del proceso, toda la energía interna del residuo forestal se ha transformado en otras formas de energía: entre un 20 y un 30% se ha transformado en energía eléctrica, mientras que el resto pasa a ser fundamentalmente energía interna del medio ambiente.
Conseguimos aumentar el rendimiento mediante un ciclo de vapor combinado y a través de la gasificación, aprovechando la fermentación de la materia residual que produce biogás.
